LO QUE NUNCA TE DIJE... (Y POSIBLEMENTE NO TE DIRÉ)

Quizás nunca te dije, que no son tus hoyuelos los que me vuelven loca, sino la veracidad de tu sonrisa.

Posiblemente olvidé mencionar que no son tus ojos marrón-claro-verdosos los que me quitan el sueño, sino la intensidad de tu mirada.

Tampoco es tu carita de niño-pillo-pero bueno la que me tiene enamorada, sino la bondad que me transmites.

Creo que nunca te he dicho que te admiro, por haberte levantado tantas veces, en momentos en los que no debería ser legal que ningún ser humano tuviera que hacerlo. Creo que eres un ejemplo. Creo que pocos (por suerte) podrán entender lo que es ser fuerte de verdad.

Porque seguramente te habrás equivocado infinitas veces (y las que te quedan), pero aquí estás.

Porque a pesar de haber tenido que crecer deprisa, aun guardas ese toque de inocencia que hace de los niños seres únicos e increíbles. 

Lejos de lo que muchos puedan pensar, doy gracias cada día porque una noche de verano concreta, no me hicieras caso y no te fueras a la pista a ligar "porque aquí no ibas a encontrar nada".

Y porque a pesar del "plantón" de "la primera cita" acabaste encontrándome.

Todo lo que haces lo haces con trabajo, cariño y dedicación (sin importar las horas que tengas que empeñar) y exactamente es lo que haces conmigo. 

Puede que nunca te haya dicho ni te diga, que estrechar mi mano con la tuya es lo que más me gusta en esta vida.

A ti... por hacerme feliz